por Cecilia Gaipa*
En tiempos ancestrales, los peregrinos recorrían el Camino de Santiago usando el sol para encontrar el sendero hacia el Oeste. Por la noche, la Vía Láctea era quien indicaba el camino. En una antigua leyenda, se dice que la Vía Láctea fue creada por el polvo que creaban los peregrinos al caminar. De acuerdo con este mito, este camino estrellado protegía a los pelegrinos y llenaba las calles de Santiago de Compostela con una energía positiva y regeneradora. En realidad, muchas de las personas que vivían esta experiencia lo definieron como un cambio total en sus vidas. Se decía que el Camino de Santiago te permitía descubrir tu verdadera alma, te purificaba y tras esta verdad, empezaba una nueva vida.
Si yo tuviera que comparar mi experiencia con todas estas afirmaciones, sólo diría: “yo realmente no pienso eso”.
Si la Cecilia de 2014 – la que está escribiendo ahora mismo – fuera capaz de crear una brecha en el tiempo y en el espacio y le hablara a la Cecilia de 21 años de 2012 preparada para ir hacia Santigo, le diría:
Querida Cecilia de 2012, antes de partir, es necesario que abras los ojos a la decepción que puedas enfrentar en tu viaje, porque el Camino de Santiago se ha convertido principalmente en una atracción turística; y no es el camino sagrado de tiempos ancestrales, como tú esperabas encontrar.
Te encontrarás caminando a lo largo de carreteras estatales llenas de los ruidos de los camiones, en vez de pájaros cantando; los peregrinos que conocerás no son encantadores gitanos, tampoco mendigos; ellos serán deportistas en muy buena forma con sus móviles smartphones y sus GPS; los granjeros no te ofrecerán un sitio donde dormir ni te mirarán con admiración porque vayas a Santiago. En cambio, cuanto más te acerques a la ciudad, más habitual será encontrarte con hoteleros con un sentido exclusivo de negocio.
Estate preparada, querida Cecilia de 2012, porque estos serán alguno de los bajones/desilusiones que tendrás que enfrentar.
Sin embargo, parte hacia esa aventura, porque el Camino de Santiago – incluso habiendo perdido parte de su encanto – tiene mucha magia en sí mismo, lo pienso con todas mis fuerzas. Una prueba irrefutable de todo esto, es que tus compañeros de viajes serán personas que “en la vida real” no hubieras conocido jamás. Un entrañable señor mayor con largo pelo y barba blanca (Andrés), dos hombres con aspecto de piratas, ex soldados y preparados para defenderte ante cualquier situación (Chema y Luis), un poético fotógrafo(Moisés), un muy alegre crítico de cine (Carlos) y un divertidísimo bufón de la corte (José). Ninguno de ellos hablará ni una palabra de italiano y tú te convertirás en la traductora oficial del grupo, incluso cuando para quien tienes que traducir, Carolina, tu incansable compañera de fatigas, tenga un ansia absoluta de expresarse, incluso con gente china.
Con ellos andarás todo el camino dirección al Océano, en donde hace muchos años se creía que era el fin del mundo (Finisterre) Y será una inigualable alegría cuando lleguéis ahí todos juntos. Además de esto, Cecilia de 2012, quiero decirte que en el Camino tú encontrarás cosas mejores de aquellas que estabas buscando, porque conocerás mucha gente que compartirá contigo sus historias.
Muchos de ellos los verás sólo por algunos kilómetros, algunos otros los seguirás viendo en 2014, pero cada uno de ellos te hará mucho más humana.

Los “peculiares” amigos de camino: Chema, Luis, Andrés, José Carolina y Cecilia, fotografía de Moisés Pérez (http://www.moises-perez.com)
Notarás que el andar te hará pensar mucho, pero cuidado, porque todo ese pensamiento puede llegar a ser peligroso. Entonces, decidirás abandonar tu soledad y mirar alrededor. Descubrirás que hay alguien caminando a tu lado, alguien a quien no has visto jamás y no volverás a ver nunca. Así que te preguntarás: ¿Cuantos años tendrá? ¿De donde vendrá? ¿En que trabajará? ¿Qué hará él o ella en su tiempo libre? ¿Cuál será su mayor sueño?
Todos los días nos preguntamos por todas estas cosas, en el metro, en el centro comercial o en el supermercado, pero nos da demasiada vergüenza preguntar, es mejor seguir con nosotros mismos.
En el Camino de Santiago, por el contrario, hay un constante y auténtico intercambio: tú haces preguntas, hablas y no importa si no entiendes – tú sólo sonríes y deseas a los demás peregrinos “Buen Camino” Y esta es la principal característica del viaje, inquebrantable a lo largo de los siglos: todavía sigue habiendo mucha humanidad en el camino.
Esa es la razón, querida Cecilia, por la que sigue funcionando todavía recorrer todos esos kilómetros.
* A beneficio degli amici iberici di Cecilia, e dei moltissimi viaggiatori di ogni parte del mondo che affrontano il cammino di Santiago, ecco la traduzione del suo post: Smartphone al posto della Via Lattea, ma camminare verso Santiago è ancora andare verso l’umanità. In coda al testo in italiano è disponibile anche la versione in inglese. Un grazie particolare (muchas gracias) a Moisés Pérez Gómez cui dobbiamo la traduzione in spagnolo.
Ha collaborato l’amico Francesco Pulitanò.
(p.c.)
AGGIORNATO IL 25 AGOSTO 2014